Tengo riegos árabes en el jardín
Crisol de disciplinas, como el crisol de identidades que me ocupa.
Sunday, September 16, 2012
Sobre la eliminación del arraigo social para los inmigrantes irregulares en España
Monday, April 09, 2012
-Biografía
Nace en Fez en 1919, fue educado en las Escuelas Libres y en la Universidad Qarawiyin. Con tan sólo diecisiete años se adhiere al Comité de Acción Nacional. En 1937 viaja junto a un grupo de estudiantes, entre los cuales se encontraba Abdelmayid Benyellún, a El Cairo para proseguir con sus estudios superiores; recogió su etapa en esta ciudad en una obra reciente titulada al-Qahira tabahu asrari-ha –El Cairo desvela sus secretos, 2000-. Tres años después se licencia en la Universidad Fuad I en Filología Árabe. En 1947 colabora en la fundación de la Oficina Del Magreb Árabe creada en esta ciudad ya que en la época El Cairo era el centro neurálgico político y cultural del mundo árabe. A su vuelta a Marruecos fue encarcelado varias ocasiones por su anhelo independentista, experiencias recogidas en una de sus autobiografías llamada Sab’at abwab – Siete Puertas-.
-Trayectoria periodística y editorial
La modernidad literaria de la segunda mitad del siglo veinte en Marruecos, como pasaba ya anteriormente desde los inicios de la Nahda en el resto de países árabes, se difundió fundamentalmente desde los periódicos y revistas que publicaban las creaciones de los literatos. Guellab tuvo, pues, una ardua labor en este sector lo que, además, le situaba en una posición privilegiada, no solo política y artísticamente, sino también a nivel periodístico.
Gallab fue redactor jefe a partir de 1949 de la revista Risalat al-Magrib de índole nacionalista, y redactor del Al-Alam, periódico asociado al Partido Istiqlal, y por lo tanto, su medio oficial de difusión –hoy en día una de los periódicos más vendidos en Marruecos y en la que ha contado con dos columnas semanales a su cargo durante décadas-. Risalat Al-Magrib sólo estuvo en circulación tres años hasta que las autoridades coloniales francesas procedieron a su cierre así como al de Al-Alam. En la segunda mitad de los cincuenta dirigió la revista al-Bay’a –La Fidelidad-. También ostento el cargo de redactor jefe en una de las más importantes revistas culturales y literarias institucionales que apareció poco después de la independencia marroquí –en 1962-, al-Bayyina –La Prueba- dirigida por Al-Fassi con el patrocinio del Ministerio de Asuntos Islámicos y que era publicada bajo el lema: Mayallat al-risala al-jalida wa-l-taqafa al-mutaharrira –Revista literaria --- y cultural libre- que contaba con la colaboración habitual de Hassan al-Sa’ih, Guennún y Benabdellah. Su trayectoria periodística le permitió convertirse en el primer secretario general del Sindicato Marroquí de la Prensa creado en el año 1961.
-Premios y reconocimientos
En 1968 se le concedió la primera edición del Premio Nacional al-Magrib por su obra Enterramos el pasado y siete años después se lo volvieron a adjudicar por su obra El profesor Alí. En el año 2000 la Unión de Escritores Árabes con sede en Egipto incluyó su novela Al-Mu’alim –El Profesor Alí- entre las cien mejores novelas árabes de la historia. En 2001, el Ministerio de Educación y Cultura marroquí publicó su obra completa en cinco volúmenes. Y en 2004 le fue otorgado el Premio Cultura del Maghreb de Túnez.
-Su faceta como crítico literario
Su labor como crítico literario se inicia con un artículo publicado en 1936 sobre la literatura marroquí al cual tituló al-Hayat al-adabiyya fi l-Magrib al-aqsa –La vida cultural en Marruecos-pero sus obras más destacadas en este campo son bastante posteriores como los artículos pioneros sobre las modalidades de escritura literarias Malamih al-adab al-arabi al-hadit bi-l-Magrib –Rasgos de la literatura árabe moderna en Marruecos, 1963- en los que establece y fija los géneros literarios marroquíes modernos y el artículo sobre la narrativa moderna en el Magreb Tatawwur al-adab al-qisasi fi l-Magrib al-Arabi –El desarrollo de la narrativa en el Magreb árabe, 1969-, publicado en Al-Alam y los libros Fi l-taqafa wa-l-adab –De cultura y literatura, 1964- en el cual desgrana el renacimiento cultural marroquí y Ma’a al-adad wa-l-udaba –Con la literatura y los literatos, 1974-.
-Contexto socio-cultural e histórico de las primeras obras de Guellab
En la primera fase de la Nahda la temática literaria solía versas casi en exclusiva sobre aspectos históricos y religiosos pero el Movimiento Nacional de los países árabes que culminó con la consecución de la independencia del poder colonial tuvo un impacto decisivo en la esfera cultural y constituyó un factor de cambio en cuanto a la concepción literaria que se vio íntimamente ligada al auge de los nacionalismos. Fruto de esto fue, por lo tanto, la vinculación de la literatura a la situación política y la contribución de los cambios de planes de estudio seculares que contribuyeron de manera crucial al desarrollo del concepto literario y a su evolución. La consecuencia más directa fue el abandono de las formas y temas tradicionales en la literatura y el florecimiento de contenido literario ligado a documentar la sociedad de la época colonial y recoger las reacciones de la misma ante las particularidades de dicha época; muchos, como es el autor de nuestro objeto de estudio, también se dedicaron a cultivar el discurso y ensayo o artículo político –al-maqala al-siyasiyya-. En su narrativa Gallab se concentra en el costumbrismo, algo que le ha reportado arduas críticas, para analizar y vislumbrar el espíritu de la sociedad marroquí mediante los hábitos en la vida cotidiana.
-Estilo y concepción literaria
En su compilación de relatos He muerto tranquilo publicado en 1965 Gallab llama a la reflexión sobre la función provocadora de su narrativa mediante las razones que alude en ella, entre otras la recriminación del pasado histórico colonial de Marruecos y la denuncia de las consecuencias de éste en relación a las nuevas generaciones marroquíes a través de la problemática de sus personajes, que se sitúan ante adversidades que les sumen en el desconsuelo y la depresión lo cual hace que acepten invariablemente su fatal destino y anula su capacidad de reacción y evolución. Por lo tanto el autor extrae el asunto y se basa en las situaciones, preocupaciones y sentimientos individuales de cada personaje. Esta práctica estará ligada, pues, a la tónica general en la que la literatura se movía en la época, recogida en los manuales de crítica literaria, esto es, basada en el realismo y en la descripción de la realidad de la sociedad en la que el texto se concentra.
En Dafanna l-madi –Enterramos el pasado, 1963-65- englobada dentro de la narrativa realista, describe la resistencia hacia el colonialismo francés, denuncia el colaboracionismo de ciertas capas de la sociedad con el poder colonial, la desigualdad social, los sistemas de educación, la situación de la mujer, la práctica de la religión, la eterna dicotomía tradición vs. Modernidad, entre otros debates abiertos durante esa época. Gallab peca conscientemente –y así lo manifiesta en el prólogo de la obra- de dotar al texto de un contexto tradicionalista y a sus personajes de un lenguaje extremadamente conservador para poner énfasis a la obra y envolverla en un aura marroquinidad absoluta, además de dejar patente su ideología política en ella. Gallab argumenta este planteamiento a través de la importancia del contenido más que por el aspecto técnico-literario que, en teoría, debería implementar.
-Críticas literarias sobre su obra más polémica
Cuando esta obra vio la luz publicada y editada de manera completa en 1966 fue recibida con gran acogida por parte de los críticos ya que se entendió que era un fiel testimonio literario del yugo colonial al que estaba sometido el país en aquel momento en el cual el país acababa de recobrar la independencia. Más tarde, en los setenta, junto con una nueva generación de universitarios y críticos marroquíes apareció el análisis literario de corte marxista, que atacaron frontalmente la obra por denunciar que la sociedad marroquí ya independiente seguía lamentándose de los mismos problemas con lo cual la excesiva efusividad sobre la gloria de la independencia era estéril e inoperante y opinando que había sido producida al servicio de la ideología política de Gallab y desde esa perspectiva y no como verdaderamente habían acaecido esos acontecimientos, pero a pesar de ello se acabó erigiendo como el modelo narrativo pionero para la novela marroquí. A pesar de esto último, las críticas siguieron produciéndose con mayor fuerza ya que sus detractores veían series deficiencias artísticas, intelectuales e históricas en Enterramos el pasado, de una óptica reducida basada en su experiencia personal e incluso muchos le acusaron de querer convertir el arte (la literatura) en historia y la historia en arte de manera totalmente subjetiva y alejada de los presupuestos de la realidad social imponiendo esta deforme visión de forma global estando al servicio del Estado.
A principios de los noventa la obra será nuevamente revalorizada, fundamentalmente gracias al trabajo del crítico literario Akkar, ya que sitúa lejos de las críticas marxistas estructuralistas, en un contexto donde este tipo de análisis ya estaba superado y las críticas se ceñían a lo estrictamente literario dejando de estar subyugadas a una u otra ideología política y donde se concibe que el mérito fundamental de Enterramos el pasado es el haber sido la primera novela de ficción moderna y madura marroquí alejada de las formas tradicionales literarias lo cual le designa una ubicación privilegiada dentro de la literatura marroquí elevándola a la categoría de clásico. En el nuevo modelo de crítica literaria posestructuralista se analiza su capacidad descriptiva, la creación de personajes en un contexto social y político concreto, la línea narrativa, la existencia de un narrador omnipresente durante toda la novela y demás factores técnico-literarios, que alejaban a esta novela de la estrecha visión protonovelesca que muchos habían utilizado para su crítica y análisis devastador en la que sólo se conseguía proferirle a esta obra un carácter histórico y autobiográfico.
Bibliografía:
* Relaciones hispano-marroquíes: una vecindad en construcción – Fernando Contreras y Ana I. Planet - Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2005.
* La literatura marroquí contemporánea: la novela y la crítica literaria – Gonzalo Fernández Parrilla – Escuela de Traductores de Toledo, 2006.
Monday, March 19, 2012
Monday, March 12, 2012
Tariq Ramadan vuelve a las fuentes reveladas para encontrar soluciones útiles en aras de armonizar el culto islámico y la ciudadanía europea, una tendencia por la que apuesta apasionadamente. Para ello analiza detalladamente el marco global islámico a nivel religioso y jurídico en un arduo ejercicio de renovación de las mismas para conseguir su adaptación al nuevo contexto europeo.
Lo lleva a cabo defendiendo que la jurisprudencia y el derecho islámico (fiqh) poseen un carácter flexible, dinámico y plural. Les atribuye estas características dado que lo que recogían tradicionalmente no agotaba el conjunto de las situaciones a las que se debe hacer frente, lo cual se puede conseguir mediante nuevas fatwas para los musulmanes en europa y, a su vez, para no abandonar el interés general (maslaha)de adaptar a los musulmanes en el contexto europeo -ante la perspectiva de no retorno a los países de origen o referencia gracias a los cuales el islam llegó hasta ellos- y por último para no abandonar el reto de mejora y esfuerzo (ichtihad) por parte de los musulmanes a la hora de vivir de forma religiosamente adecuada en europa.
Su propuesta es brillante. La sociedad europea contiene en su estructura social individuos de confesión musulmana. Cuando apunto a la estructura quiero resaltar que forman parte de su tejido social irreversiblemente. Su origen fue migratorio pero de un arraigo tal que han llegado a ser ciudadanos nacionales que, a su vez, han criado ordas de segundas y terceras generaciones en una localización europea, transmitiéndoles las tradiciones de los países de origen y los valores islámicos. Propone que esta dualidad salga a la luz de manera que los musulmanes participen activamente en la vida social y gubernamental en todos sus niveles. Y que se den a conocer y que hablen de ello al resto de la sociedad europea con vistas hacia una legitimación, reconocimiento y entendimiento mutuo mediante el diálogo y la colaboración.
Defiende férreamente que los ciudadanos europeos musulmanes han de respetar estrictamente los marcos legales de los países europeos a los cuales pertenecen ya que han adquirido un compromiso legal con los mismos a través de sus permisos de residencia, la ciudadanía o el sui solis, pero no explicita qué habrán de decidir en casos específicos que cuando éstas sean contrarias a la confesión islámica. Bien es cierto que alega la libertad de conciencia que podría resolver esta cuestión, pero en la práctica, en el día a día, se encuentran muchos obstáculos que no identifica.
Trata más bien poco para mi gusto, aunque en el libro se jacte de lo contrario, el trastorno psicológico que lleva consigo el proyecto migratorio y que afecta frontalmente a la identidad e integración de incluso segundas y terceras generaciones. ¿Por qué sólo habla de pertenencia civil y nunca de pertenencia cultural europea? Es algo que me causa ciertas dudas ya que resulta extraño hablar de una pertenencia a un país de cierto individuo solo en términos legales puesto que en ello va la Cultura misma del individuo.
Puesto que en este estado se habrán de encontrar aquellos musulmanes que se sientan europeos para ciertamente identificarse como tal. No digo que necesariamente tengan que tener una única identidad europea, sino que ellos mismos han de buscar una identidad integradora que tienda puentes entre el ser europeo y el ser musulmán. Y en este sentido bien es cierto que propone que los musulmanes europeos intelectuales sean creativos y hagan por hacer emerger una cultura en la cual apoyarse y asentarse.
Pero esto, hoy por hoy, y a pesar de que Ramadan no para de recalcar los avances y los grandes esfuerzos conseguidos últimamente en este sentido, es insuficiente puesto que la gran mayoría de la comunidad musulmana todavía tiene ciertos miedos y conflictos a dar el paso de integrar estas identidades en aras de renovarla en forma de una nueva. Me refiero a un paso previo, puesto que la idea que el autor propone solo se cumple si los musulmanes que viven aquí o que son ya europeos tienen el problema de no profesar la religión de una manera espiritual y mística sino más como un símbolo tradicional. No pasan de reconocerse como musulmanes y de ver esto más como un código ético que recoge lo que pueden y no pueden hacer dentro de una sociedad en la que son minoría y se rige por otro código, otros valores y otras prácticas. No creo que sea un problema solo de los musulmanes europeos sino que en las sociedades islámicas esto también es así por razones que habrían de estudiarse aparte, por ejemplo, el mito de que no cualquiera puede saber o interpretar la religión o el analfabetismo.
También lo ven como un distintivo cultural, es decir, son musulmanes y eso es lo que les diferencia de los europeos los cuales son cristianos según la visión tradicional dicotómica del mundo basada en la religión (dar al-islam/dar al-harb) con la que Ramadan propone romper alegando que está obsoleta en un mundo donde la globalización ha dado paso al mestizaje de las sociedades en todos los sentidos y donde en los espacios laicos se goza de libertad de conciencia –que protege la fe y el modo de vida unido a la religión –, libertad de culto –para practicar los rituales-, seguridad –en cuanto a la integridad física y moral-, libertad de expresión y derecho a la asociación y participación. Todos estos elementos, o garantías que ofrecen los marcos legales –Constituciones- de los países europeos legitima el poder ser musulmán en estos territorios no declarados islámicos en sí mismos. Para ello introduce la categoría de dar ashahada.
Seguramente sea por esto por lo que Ramadan habla constantemente de europeos como ciudadanos, porque siendo ciudadano europeo se puede ser musulmán, pero esto es una visión muy simplista ya que, ¿son los europeos europeos simplemente por el hecho de gozar de estas libertades? En una concepción moderna y cosmopolita de los estados-nación, debería ser así, pero obviamente –seguramente, por desgracia- esto no se da en la totalidad de las personas que lo conforman. Entran en juego muchas más dinámicas culturales no recogidas siempre a nivel legal, aunque bien es cierto que son complejas de identificar, señalar y clasificar hasta por ellos mismos.
Solo describe la identidad islámica que consta de fe, práctica y espiritualidad. Pero en mi opinión es una identidad mutilada por la gran mayoría de los musulmanes europeos ya que bien es cierto que tienen fe islámica y creen en la shahada, pero solo de un 15 a un 20% la practican habitualmente y como ya he citado antes la espiritualidad y el misticismo, que sería el último estadio consecuencia de los dos anteriores, es muy poco frecuente en los musulmanes hoy en día.
De la identidad europea de estos musulmanes no habla en el libro en términos culturales. Se desliga de la visión dicotómica religiosa pero cae en esta misma trampa al decir que dada la no existencia de una cultura musulmana europea estos se ven avocados a la asimilación y abandono de su religión o la marginación si se aferran a ella. El problema no es ese, sino que el proceso de adaptación sigue siendo muy lento y realmente pocos se sienten europeos, la tendencia es a sentirse más del país de referencia fuera de Europa que de donde civilmente pertenezcan en este continente.
Por eso no es suficiente hablar solo de europeos (musulmanes) en términos civiles, ¿qué han de hacer pues con toda la información y habilidades recibidas en Europa y que muchas veces entra en conflicto con la religión? Tampoco explica esta cuestión, solo dice que la solución no pasa por desecharlas en su totalidad pero tampoco hay que tener una actitud altamente receptiva ante ellas, lo cual realmente dice muy poco sobre cómo habrá que gestionar, canalizar e integrar la cultura europea con la religión islámica.
Aquí es donde creo que Ramadan cae un poco en su propio juego y enriquece las arduas críticas que han llevado a su linchamiento mediático, a que se le retiren visados, a que se le niegue la entrada a ciertas universidades acusándole de tener un doble discurso que esconde deseos de radicalizar el islam en Europa. No ha propuesto un paso previo sino que se ha lanzado a aseverar que el arraigo está constatado de facto con reconocimiento legal y esto ya sirve para crear toda una Cultura musulmana europea.
Claramente expresa que los musulmanes europeos están expuestos a ella, pero no le gusta, y no le juzgo por ello, como bien dice la producción cultural hoy por hoy sólo busca el beneficio económico a base de desintegrar la dignidad humana. Aunque también plantea que el prohibirla en su totalidad es erróneo. Y esto es lo que hacen muchos musulmanes en Europa, renegar de toda expresión cultural occidental y negar el acceso de sus hijos a ella y aquí es cuando se radicalizan y guetizan. Muchos progenitores llegan a controlar tanto a sus hijos para que no se impregnen de una “cultura europea desviada” que les privan de sus libertades y esto no es culpa directa del islam sino de no querer actuar de forma contraria a los presupuestos tradicionales de sus lugares de origen, que como también apunta Ramadan, acaban estando desfasados porque los lugares de origen se desarrollan y los individuos deslocalizados siguen con esas prácticas e intentando transmitírsela a sus hijos.
Otra cuestión es que bien es cierto que dado el trasiego de individuos entre las diferentes sociedades del mundo y el arraigo en mayor o menor medida cuando se implantan en ellas ha dado lugar a un nuevo planteamiento en lo que atañe al concepto de Cultura, que tradicionalmente contenía costumbres, normas, lengua y religión entre otras, ya que la religión muchas veces se ve deslocalizada del resto de elementos que puede recoger este concepto, como es el caso que nos atañe que importa la religión musulmana de otras culturas y la implanta en la cultura europea.
Dicha cuestión no es fácil de comprender y por ello Ramadan defiende el diálogo entre los musulmanes y el resto de europeos en un ejercicio de reconocimiento mutuo. Plantea que si no se conoce a este colectivo es normal que se le tenga recelo, máxime cuando la islamofobia parece haber alcanzado ya el imaginario colectivo occidental creando toda una serie de prejuicios entorno a este grupo. Pero bien es cierto que rara vez es objeto de estudio en choques culturales como éste la reacción del “autóctono” que no entiende ciertos comportamientos por parte de los musulmanes europeos aún considerados por muchos como “extranjeros”.
En mi opinión, esto se debe al etnocentrismo, que tiende a hacer pensar que lo válido y aceptable es el marco cultural tradicional del país de acogida sin recoger información concreta sobre la nueva situación de los individuos cuestionados para poder llegar a un entendimiento que favorezca la empatía entre ambos.
Se estigmatiza , pues, a las minorías que ya forman parte de la sociedades occidentales por abogar por prácticas y/o conductas que en Occidente se dan por superadas, sin tener en cuenta el trayecto de un nuevo legado cultural que ya se ha instalado en Euorpa lo cual conduce a que el resto de europeos sientan rechazo y miedo a que esas prácticas vuelvan a formar parte de la cultura occidental.
Es legítimo no coincidir con todo ello pero eso no nos exime de tener el deber de entendernos mutuamente para poder superar esas diferencias y así poder convivir, y no coexistir, en armonía. Ramandan, usa el término coexistencia que creo que no es idóneo para lo que él plantea pero que en el año en el que publicó el libro (2002) era el término de moda para abordar el diálogo y la convivencia. La coexistencia está actualmente superada al estar ligada al modelo político multicultural -modelo que en aquella época también se pensaba progresista en cuanto al reconocimiento de múltiples comunidades con diferentes códigos culturales bajo un mismo estado- como se da, por ejemplo, en Gran Bretaña y que gestiona la diversidad cultural concentrando cada una de ellas en diferentes comunidades y haciendo que éstas coexistan, es decir, sin que se conozcan, se mezclen o participen los unos con los otros, lo que da lugar a la segregación y guetización por un lado y al comunitarismo por otro, algo de lo que Ramadan si quiere huir.
El nuevo modelo que se plantea para una convivencia eficaz, pacífica y del cual surja una sociedad heterogénea que respete esta diversidad entre individuos es el modelo intercultural que daría paso a una auténtica convivencia en todos los términos con la cual se lograría manejar adecuadamente la conflictividad que en algunos casos se da entre colectivos y se conseguiría crear una conciencia social que facilitara conseguir una capacidad de entendimiento mutuo más flexible y eficaz.
Ramadan hace hincapié en la necesidad de conformar interlocutores representativos de los musulmanes europeos para que todo su planteamiento llegue realmente a penetrar en el resto de europeos pero esto se hace muy complicado puesto que no todos los musulmanes europeos entienden el islam de la misma manera e incluso por esta razón se niegan a unirse todos con vistas a potenciar este euroislam que plantea el autor.
Esto se debe a que el problema de la no unificación en una sola institución religiosa no es solo un problema administrativo sino que surge de la propia filosofía de la religión islámica en la que la relación entre el devoto y Dios es totalmente directa sin instituciones ni responsables mortales de por medio. Además, el hecho de que el pilar más fundamental del Islam sea la “shahada” nos lleva a que a partir de ella la interpretación de los textos sagrados sea extremadamente diversa y libre y cada uno lleva la religión como personalmente cree que es correcto llevarla, lo que hace que sea prácticamente imposible los musulmanes se pueda unificar en una sola institución, incluso a nivel estatal, dada la disparidad de opiniones religiosas.
No es que no existan, en España, por ejemplo, el interlocutor oficial con el Estado es la Comisión Islámica de España pero esta no recoge a todas las asociaciones musulmanas que existen en España y deniega el acceso a muchas asociaciones por cuestiones religiosas.
De todas formas, aunque opine que Ramadan se queda corto en explicar ciertas cuestiones o planteamientos, creo que su ideal es totalmente lícito y enriquecedor por lo siguiente: al margen de la tolerancia y la solidaridad, los musulmanes tienen pleno derecho a la libertad religiosa y a manifestarla, si así lo desean, incluso en público y en el marco de la laicidad, estando este derecho recogido, además, en la Declaración de Derechos Humanos, aparte de en varias políticas, constituciones y leyes estatales. Hay que entender la laicidad positivamente, como un marco perfecto que tolera y potencia las diferencias positivas que nos hacen singulares. Esto es indiscutible. Y es el punto fuerte de Tariq Ramadan.
Tuesday, February 21, 2012
De todas formas, atendiendo a lo anterior, se suele huir del etnocentrismo para ello pero el riesgo más extremo que entraña es caer en el relativismo cultural de manera que sirviéndose de ello se llegue a explicar y justificar cualquier conflicto gracias a ello, encontrándonos con que cultura sea principio y fin, acción y reacción de todo conflicto en el cual el componente cultural sea significativo; una visión totalmente errónea, sesgada y sin sentido alguno.
Para equilibrar y ponderar justamente la incidencia del factor cultural en un conflicto habrá que buscar cuáles y en qué medida están presente otros factores como los personales (inherentes a los individuos exclusivamente) y los situacionales (el entorno en el que estos se desarrollan y en qué términos). Aunque se dividan en dos bloques las cuestiones que albergan son diferentes y numerosas y a todas ellas habrá que remitirse para darles un lugar dentro del conflicto, y en última instancia para buscar una posible salida al mismo.
El objetivo del planteamiento multifactorial viene a llenar un vacío en el que se suele caer habitualmente y de manera peligrosa cuando el concepto cultura se banaliza hasta el punto de poder justificar cualquier acción, decisión o situación con respecto a ella, sin atender a otros motivos en sí mismos estructurados como lo son la capacidad de elección del individuo (perteneciente a una cultura u otra) o la situación socioeconómica que poco o nada tienen que ver en momentos en concreto con la pertenencia cultural.
El sistema multifactorial se presenta como útil y necesario para analizar cualquier tipo de conflicto que pueda acabar en mediación, desde un enfoque totalmente moderno al tener en cuenta los diferentes factores o variables que puedan tener cabida y peso en un conflicto aparte de lo estrictamente etnocultural.
El mediador se verá trabajando con diferentes aspectos aparte del cultural, que le irán dando un panorama heterogéneo sobre un conflicto que nunca puede ser de una única índole. Será mucho más complicado de analizar, pero cuando los factores vayan surgiendo por sí solos la labor del mediador será identificarlos y correlacionarlos de forma adecuada. Una vez aprendidos el siguiente paso será gestionarlos durante el proceso de mediación junto a las partes de manera que resulte un motor hacia la comprensión, el reconocimiento y la ayuda que redundará en la mejora de las relaciones y comunicación entre las partes, dando lugar, a su vez y si cabe, a una futura y posible solución consensuada.
Los tres modelos, por antonomasia de la mediación, basan el proceso y el éxito de la mediación
haciendo énfasis en diferentes puntos de la misma. Vemos cómo el de Fisher-Ury lo
hace desde la consecución del acuerdo, el de Bush y Folger desde el reconocimiento y
afianzamiento de las partes y el de Sara Cobb desde la comunicación entre ellas para
mejorar la relación y que sean las partes mismas las que lleguen por sí solas al acuerdo.
Cada uno de los modelos son diferentes entre sí pero se destaca el hecho de que
ninguno de los tres per se consiguen “la perfecta mediación intercultural” sino que
brindan excelentes puntos fuertes que pueden ser utilizados en este tipo particular de
mediación, y a falta de una metodología que recoja todas sus ventajas y las integre lo
ideal será entremezclarlas sabiamente. Por ello pasaré a mencionar las ventajas
sobresalientes de cada una de ellas.
El modelo de Fisher-Ury, concebido para negociar en su significado más literal,
se hace hincapié en separar el problema de las personas, y a pesar de que esto pueda
tomarse como un obstáculo en la relación entre las partes, ya que es cierto que ambas
se retroalimentan, creo que es importante delimitar, en momentos en concreto, lo
personal del problema en sí para intentar trabajar solamente en él. La mejora de la
relación siempre fructífera se utilizará para otros momentos. Es decir, las partes
acudirán al proceso con posiciones claras e inamovibles en un primer momento y no se
centrarán en los obstáculos que hay realmente entre ellos. La capacidad creativa del
mediador ayudará en este punto a usar criterios objetivos para negociar sobre una base
neutral ajena a la voluntad (posicionamiento) inicial de las partes, que deberán ser
prácticos y aplicables a ambos. Esto traerá consigo evitar la estigmatización étnica y la
culpabilidad sobre el otro y se abordarán concisamente los intereses comunes y
prácticos, que suelen ser ajenos a las diferencias culturales. Así pues, se podrá
concretar que este modelo será vital a la hora de negociar un acuerdo común.
El modelo de Bush y Folger, como ventaja más sustancial, trae consigo la
mejora de la relación entre las partes, que supondrá la consecución del acuerdo, no
siendo este el fin último del proceso, sino que nacerá fruto de la buena comunicación
entre ambos. Claramente, esto será crucial en una mediación intercultural, puesto que
normalmente, el desacuerdo se da por no entender las prácticas de la otra parte a nivel
cultural. Con lo cual, nos encontramos con un modelo que aprovecha dicho conflicto
como una oportunidad para el diálogo intercultural, más que como un obstáculo.
Se fortalecerá a cada una de las partes mediante la revalorización del uno que insufla estímulo, confianza y el fortalecimiento de cada una de las partes a la hora de abordar los conflictos, ya que estas suelen llegar con el autoestima minado por no haber conseguido un acuerdo por sí mismos y por lo tanto sintiéndose pequeños ante el conflicto y de haberse expuesto la limitación de sus habilidades ante la sociedad. Este modelo ayudará a que las partes participen activamente y personalmente en la mejora de su relación que dará lugar a un distanciamiento de la propia cultura para el mejor entendimiento de la dimensión del conflicto así como una sensibilidad idónea para entender la del otro. Otra de sus ventajas viene dada por la sensación experimentada de las partes de co-protagonismo de ambos en el proceso que dará lugar a una simetría y equidad donde ninguno se vea inferior y traiga consigo solidaridad, al verse las partes seguras en su postura y así atender a la del otro, es decir, el reconocimiento del otro. La capacidad creativa del mediador en este proceso tendrá que encontrar un modo de crear empatía entre las partes que les lleve a abstraerse para entender al otro y sentirse seguros, tarea ardua para el mediador puesto que dinamizar la mediación hasta ese punto reportará grandes beneficios como la tolerancia, el respeto y la seguridad claves para un entendimiento intercultural, ya que se eliminarán los prejuicios y esteriotipos en aras del interés por el otro.
El tercer modelo, de Sara Cobb, parece ser a priori el más completo y el que mejor se adapte a un proceso de mediación social a todos los niveles, con lo cual tendrá también grandes ventajas en el proceso intercultural en particular. Se basa en la creación de contextos donde las diferencias consten así como los cambios de significación (en nuestro caso que salgan a la luz las claves culturales que bloquean a las partes), pero que estas se vean legitimizadas como interlocutoras. Los puntos fuertes son la importancia de las coyunturas de las partes (a todos los niveles, sociales, jurídicos, económicos…) que claramente traerán consigo cierta empatía por parte del sujeto dominante, fin que también persiguen Bush y Folger; las distintas fases también resultan interesantes ya que la pre-reunión de la mediadora con ambas partes previo al encuentro hará que conozcan “las reglas del juego” y vayan conociendo lo que estas suponen a la hora del proceso y creará un vínculo de confianza de cada parte en relación al mediador que ayudará a la legitimización y reconocimiento de este, que anulará la creencia de “soy inútil por necesitar que una tercera persona me solucione los problemas”. La comunicación y la atención a la narrativa de cada historia de las diferentes partes es su ventaja estrella, ya que se sentirán sus historias y peticiones escuchadas lo cual facilita el entendimiento.
El modelo de Cobb resulta tan brillante por su teoría sobre la construcción de las
narrativas que las partes elaboran sobre el conflicto. Analizando cómo se estructura el
discurso que traen consigo las personas se desprende que cada una de ellas lo elabora
desde una visión en la cual la otra persona es culpable de todos los males, es decir,
tendemos a victimizar el discurso para legitimarnos en nuestras posiciones sin tener en
cuenta las razones o situación de la otra parte, nos restamos protagonismo ya que no
analizamos qué parte de responsabilidad hemos tenido a la hora de llegar a esa
situación.
Me parece que este modelo sobre todo es aplicable a conflictos personales, es decir,
donde hay una carga emocional fuerte ya que mediante la posibilidad de introducir
preguntas circulares se consigue que la persona empatice, sobre todo teniendo en
cuenta la recontextualización a las que estas preguntas llevan, fomentando que las
partes rememoren aquellos momentos en los cuales no todo fue tan malo y había cierto
aprecio hacia la otra persona con la cual viven el conflicto actual.
La elaboración de la historia alternativa es un proceso milagroso ya que pese a ser la
historia de ambos, la historia de por qué se ha llegado a una situación conflictiva, las
narrativas con las que las partes llegan al proceso son culpables de que las partes no
sean capaces de detectarla previamente. A todos nos ha pasado estar presentes en una
discusión entre amigos, por ejemplo, que empiezan a discutir acaloradamente sobre una
cuestión y darnos cuenta de lo que realmente está pasando entre ellos, del núcleo de su
desencuentro hasta el punto de que la discusión parece ridícula ya que la causa del
enfrentamiento es más que visible ya que no formamos parte del conflicto. Eso tan
evidente para la persona que no está enfrascada en esa situación es la historia
alternativa e intentamos ayudar simplemente contándola, ya que nuestros amigos como
partes activas de la situación conflictiva y estando férreamente sujetos a sus posiciones
no son capaces de ver.
Este relato anónimo me ha fascinado y sirve como síntesis
perfecta para el modelo de Cobb y, en definitiva, para la vida misma:
Todos podemos configurar nuestros discursos, posiciones y carácter racionalmente para
poder resolver nuestros problemas favorablemente.
Concluyendo, a mi modo de entender, el proceso de mediación ideal será el que tenga en cuenta lo anteriormente expuesto. Modelo de Sara Cobb para iniciar el proceso y escuchar las historias de las partes, siguiendo con el modelo de Bush y Folger para mejorar la relación entre las partes y que estas se sientan valorizadas y finalmente el modelo de Fisher y Ury para negociar los acuerdos más concretos. Acudir al modelo de Cobb de reuniones a solas con las partes para desbloquearlas en los momentos más difíciles ayudará a que el proceso no se anquilose.
Es absolutamente necesaria una nueva metodología integradora para sacar el mayor beneficio de las ya existentes y no centrar tanto el debate en cuál es mejor o más útil que el resto. De hecho, en la práctica sí se utilizan los diferentes modelos según las necesidades que van surgiendo en el proceso de la resolución.
Contexto
La política lingüística marroquí es indisociable de su historia como nación árabo-musulmana. En base a esta premisa se configuran todas las legislaciones que se han llevado a cabo en materia lingüística tras la independencia. Cuando terminan los protectorados español y francés en la zona, el nuevo estado-nación que emerge ve la necesidad de unificar y dar cohesión al país, en un momento histórico donde el panarabismo estaba en pleno auge, con lo cual, la política lingüística que se implantó llevaba consigo este carácter a sus últimas consecuencias, configurando la legislación únicamente en torno al árabe oficial que representaba el pasado histórico común árabe en materia identitaria –árabe- y religiosa –islámica-; mientras que a nivel intraestatal esta homogeneización se basaría, como no podía ser de otra manera, en la búsqueda de elementos unificadores como la cultura y la lengua, así pues se emprendió una política de arabización a nivel educativo que no atendía, intencionadamente dado el momento que se atravesaba, a la diversidad cultural y lingüística del país.`
Esta política lingüística, fruto de una voluntad política puesto que ha de ser la administración la que lo planifique e implemente, dejó fuera del marco jurídico a las lenguas vehiculares de facto; esto es al árabe marroquí y a las tres variedades de amazigh –Tarifit, tamazight y tashelhit-, aparte de al francés –lengua administrativa del Estado y conocida por un amplio sector de la población- y al español –usado en menor medida-. La situación de poliglosia que se da en el país es un denominador común entre todos los países árabes que optaron por la misma política argumentada en el momento político existente.
Esto favoreció el estatus del árabe en detrimento, sobre todo, del árabe marroquí y el amazigh dado que su estatus jurídico le otorgaba un rol de superioridad cultural, política y social en prejucio del resto de lenguas habladas dentro de las fronteras marroquíes, que se vieron relegadas a un uso coloquial y perdieron cualquier oportunidad de reconocimiento oficial. Este desequilibrio en la relación de fuerzas entre las diferentes comunidades lingüísticas desencadenó un conflicto lingüístico que el país, a pesar de algunos cambios significativos que trataremos más adelante, arrastra hasta nuestros días como podemos ver reflejado en este fragmento del preámbulo de la última Constitución de 1996:
"المملكة المغربية دولة إسلامية ذات سيادة آاملة، لغتها الرسمية هي اللغة العربية، وهي جزء
من المغرب العربي الكبير"
“El Reino de Marruecos es un estado musulmán con soberanía absoluta, su lengua oficial es la lengua árabe y forma parte del Gran Magreb árabe.”
En paralelo a la lengua árabe oficial, en Marruecos desde la instauración del protectorado francés siempre se ha utilizado la lengua francesa. Herencia del protectorado francés mismo es el sistema administrativo y jurídico por el cual se rige el estado marroquí, y por lo tanto, es lengua, si bien no oficial, de carácter administrativo ya que toda la burocracia se maneja en esta lengua. Dado este hecho, entre otros muchos, el francés es estudiado en las escuelas obligatoriamente desde la primaria y la gran mayoría de los marroquíes lo usan en mayor o menor medida, con una habilidad y dominio desigual, ya que dependerá de ello su nivel de educativo.
A pesar de esto, se puede concluir que incluso las personas analfabetas lo entienden, aunque no puedan pronunciarse en esta lengua, ya que su uso no está restringido sólo al ámbito administrativo, sino que está fuertemente presente en diferentes ámbitos dentro del país. Por ejemplo es habitual en las retransmisiones televisivas y los medios escritos, el propio árabe marroquí también recoge palabras, frases hechas y en cuanto a la alternancia de códigos se suele dar principalmente con esta lengua. En el plano educativo su presencia es contundente, ya que como ocurre en varios países árabes, los estudios superiores en materia científica son estudiados en francés, a lo que tenemos que sumar, entre otras, la carrera de derecho o la filología francesa. A pesar de todo ello, como bien hemos visto ya, su carácter no es oficial, pero sí de facto.
La nueva política lingüística
Con la muerte de Hassan II en 1999 asciende al poder su primogénito Mohamed VI que rompe con la política de su padre en aras de introducir cambios en la perspectiva política, y por primera vez en la historia marroquí, pronuncia un discurso en 2001 en el que reconoce el multilingüismo y la diversidad cultural:
Este discurso fue acogido con gran esperanza y expectativas ya que, por primera vez, quedaba constancia a nivel político de que la diversidad cultural marroquí no tenía por qué ser percibida como algo negativo, sino todo lo contrario, era un elemento fundamental que había contribuido a forjar la particular identidad e historia de la nación y había un compromiso tácito a su promoción con miras a constituir un país moderno y democrático que consolidara y revalorizase esta riqueza plural. A partir de este momento, se emprendieron una serie de cambios en la política lingüística que establece el inicio de lo que comúnmente se denomina “la nueva política lingüística marroquí”.
A pesar de no oficializarse el estatus del amazigh, lengua que a pesar de hallarse presente en varios países árabes, con un total aproximado de veinte millones de hablantes, sólo goza oficialidad en dos países subsaharianos de la zona del Sahel: en Níger y Malí, este discurso promovió una serie de medidas aperturistas hacia esta cultura y lengua favoreciendo el debate y la libertad para su expansión y reivindicación.
Entre los cambios producidos cabe destacar:
* La creación del IRCAM (Instituto Real de la Cultura Amazigh) encargada de la estandarización del amazigh así como de promover diversos proyectos de investigación de amplio espectro relacionados con la cultura, historia y lengua amazigh. También se creó la carrera universitaria de filología amazigh en diversas universidades marroquíes cuyo plan de estudios planifica el IRCAM con vistas a crear docentes e investigadores en esta lengua.
* La introducción de la lengua amazigh en los planes educativos, con un proyecto piloto inicial en el cual se implantó esta lengua en el curso 2003/2004 en 319 colegios de primaria como asignatura obligatoria para alumnos tanto arabófonos como amazigófonos con el objetivo de expandir este proyecto a todos los colegios a nivel nacional. Lo cual a su vez sugiere el debate de si es pertinente establecer la obligatoriedad del conocimiento amazigh a todos los marroquíes o si, por otro lado, sólo debería serlo para los alumnos de las regiones amazigh, y dentro de estas, solo a los amazigófonos, o si pudiera estar sujeta a la elección de los padres de los alumnos. Aquí volvemos a encontrarnos con la unidad y cohesión social, si el objetivo es oficializarlo la idea del Estado es que todo marroquí tendría la obligación de conocerlo.
* Se introdujo el amazigh en los medios de comunicación con periódicos, revistas y diversas publicaciones en esta lengua, así como la creación de espacios en las cadenas de emisión estatal de diversa índole –reportajes, ediciones de telediario, etc…- en esta lengua.
Estas medidas y cambios en la consideración del amazigh son una gran conquista para el movimiento social “Movimiento de la Cultura Amazigh” que las venía solicitando desde la época de Hassan II con baja intensidad, pero con mayor insistencia desde que Mohamed VI accediera al trono e incluyera la diversidad como pilar fundamental en la conformación de la marroquinidad. A pesar de estos avances, el MCAM no cesa en sus esfuerzos, y el movimiento sigue abogando por una oficialización del amazigh que terminaría con la minorización y marginación de este colectivo en la jerarquía lingüística establecida en Marruecos y que tácitamente ha venido dando más oportunidades a los arabófonos que a los amazigófonos.
[El amazigh es finalmente reconocido como lengua co-oficial en Julio de 2011 con la aprobacion de la nueva Constitución marroquí en el marco de la Primavera Arabe]
En cuanto al resto de lenguas existentes en el territorio marroquí se emprendieron las siguientes medidas:
* En el año 2000 se crea la Academia de la Lengua Árabe, coordinada con el ya existente, pero en cierto modo obsoleto en cuanto a esta nueva política lingüística, Instituto de Estudios e Investigaciones sobre la Arabización, que comenzarían a trabajar conjuntamente en todo lo relativo a la lengua árabe clásica estándar.
* Se introduce en 2005 la enseñanza del inglés en los colegios de primaria.
* El español se introduce como lengua opcional en muchos institutos y universidades.
Todas estas medidas son avances significativos hacia un reconocimiento político, si bien todavía no oficial, a la diversidad lingüística existente en el país si consideramos la diferencia entre la situación lingüística durante el reinado de Hassan II y el actual. Al ser todas las medidas de carácter sociolingüístico no entra en conflicto con el carácter universal de la lengua árabe como única oficial, pero bien es cierto que el conflicto es latente ya que por muchos avances reales y prácticos que se lleven a cabo, se necesita de una oficialidad para potenciar realmente y equilibrar las desigualdades lingüísticas que subyacen al país.
En cuanto al árabe es innegable su importancia ligado al pasado histórico de la nación y como lengua que establece puentes entre los distintos países árabes. Al ser la lengua de prestigio y religiosa su carácter obligatorio y oficial es incuestionable. Pero no hay que dejar de observar el carácter excluyente de la legislación marroquí al no contemplar las lenguas vehiculares de sus ciudadanos –ya sea el árabe marroquí, cada vez más en evolución y con un movimiento que lo reclama como lengua nacional, o el amazigh lengua autóctona del norte de áfrica y materna de alrededor del 35% de los marroquíes.
Si hablamos del árabe marroquí, lengua vehicular, utilizada y comprendida por el cien por cien de la población con un carácter universal para ella, la opción de la oficialización de la misma está aún por recorrer un largo camino ya que su estandarización no cuenta con el apoyo político, sino con un esfuerzo académico –desde donde se está intentando estandarizar y se ha procedido a su docencia-, como
ya hemos visto que fue el caso del amazigh durante la época de Hassan II y que ahora sí cuenta con este apoyo desde el IRCAM, por diversas razones tales como: 1) El ataque a la unión panarabista y creer que podría dificultar la comprensión entre árabes de diferentes países, hecho que ya se da gracias a la realidad lingüística de cada uno de ellos, 2) por verlo como una injerencia hacia el islam, 3) por no considerarla una lengua, sino un dialecto 4) por no hallar la diferencia entre el clásico y el marroquí entendiéndolo como la misma lengua y 5) por la desvalorización que incluso entre sus hablantes caracteriza al marroquí.
En relación al francés, creo que su presencia es tan amplia y arraigada en la sociedad marroquí, teniendo en cuenta además su carácter administrativo, que es totalmente incomprensible que no esté oficializada a nivel legal. Puede ser una lengua extranjera pero la sociedad marroquí ya no lo percibe de esa manera.
Otras lenguas en auge
El inglés está cada vez más presente en el territorio, ya que una vez superadas la lengua nacional y constatada la realidad y el aprendizaje en la lengua occidental francesa, el inglés es la siguiente lengua a aprender dado su uso como lengua común en el actual mundo globalizado. Así bien es la nueva lengua en la que se maneja ya gran porcentaje de los negocios llevados a cabo en el país y por supuesto también influye el hecho de que en los últimos decenios se hayan abierto decenas de universidades americanas y canadienses en el territorio marroquí que ofrecen planes de estudio íntegramente en esta lengua.
El español, aunque en menor medida que el resto de lenguas occidentales presentes en el país, también tiene su importancia, basada en los lazos históricos de las zonas ligadas al protectorado español así como a la vecindad entre ambos países. A nivel mundial la demanda del español es creciente y Marruecos no es ajeno a esta realidad, cada vez son más los marroquíes que quieren aprender esta lengua y se preparan para acceder a la selectividad y estudiar en las universidades españolas. Además, Marruecos es el país donde el Instituto Cervantes mayor gasto económico destina para la difusión del español en todo el mundo.
Bibliografía:
* Tesis Doctoral: Lenguas, identidades y discursos en Marruecos: la pugna por la legitimidad – Adil Moustaoui – Universitat Autonoma de Barcelona (2007)
* La pentaglosia en Marruecos. Propuestas para la estandarización del árabe marroquí. – Francisco Moscoso García (2010)
* Situación lingüística en Marruecos: árabe marroquí, bereber, árabe estándar, lenguas europeas – Francisco Moscoso García (2002)
Tuesday, February 14, 2012
Tomás decide trasladarse a Europa para impregnarse de nuevas experiencias e ideas que le ayuden en su afán creador. Sigue trabajando aquí como escultor en una fundición artística haciendo obras de gran relevancia.
Así pues, dedicado profesional y personalmente a la escultura, es una de las nuevas promesas en la escena artística española.
Su escultura es vanguardista, original y precisa. Tomás prueba distintos materiales, como el bronce o el acero corten e inoxidable, hasta que consigue la combinación perfecta para sus ideas.
En definitiva, la labor de gigante de un argentino afincado en Madrid que no olvida su primeras exposiciones en Córdoba a pesar del calado de los éxitos logrados en Madrid.

Sunday, January 07, 2007
Los problemas lingüísticos como problemas sociales
Lengua y fracaso escolar
Quizá el tema que este capítulo séptimo, del libro “El lenguaje en la sociedad – Una introducción a la sociolingüística”, titulado “Los problemas lingüísticos como problemas sociales”, nos destapa algo que, realmente, nos parece escabroso; cuanto menos, increíble.
Se plantea que la causa de todo desastre académico que los hijos de inmigrantes sufren es debido a su desconocimiento de la lengua del país de acogida. Bien es cierto que esto es una parte fundamental e indiscutible del problema pero se agudiza cuando el sujeto encuentra trabas y dificultades en la escuela justamente por su especial condición y la importancia que conlleva el tener una lengua diferente a la standard también implica diferencias en los contextos culturales entre la escuela y el hogar.
La escuela mediante la lengua juega, uno de los principales y más importante instrumento de socialización, un papel de importancia suma en cuanto a la instrucción de los alumnos inmigrantes para intentar solventar los conflictos que todo el tema de cambio sociolingüístico lleva implícito consigo para ellos.
Los hijos de inmigrantes, ya sea porque se encuentren desubicados cultural, social y lingüísticamente, se creen sin futuro en lugares donde las políticas casi inexistentes a favor de la integración y la diversidad son la raíz matriz del problema, unido, seguramente también, a su propia falta de motivación y a la de sus propios padres, tienden a entender que realmente la educación en los países de acogida está jerarquizada según el claro dominio de la lengua autóctona y la propia identidad nacional del sujeto, como sostienen los sociolingüísticas, dada la triste realidad de la situación.
En los estudios realizados sobre el éxito académico ligado al dominio de la lengua arroja que la mayoría de los inmigrantes abandonan los estudios, mientras que, los autóctonos gozan de todas las posibilidades para triunfar.
Los ejemplos más relevantes que se mencionan y caben destacar son:
En Canadá, los datos del Comité de Educación de Toronto correspondientes a 1969 y 1975 pusieron de manifiesto que los alumnos no anglohablantes que habían llegado al país como inmigrantes obtenían peores calificaciones y eran clasificados en grupos más bajos que los autóctonos.
En EEUU, los alumnos hispanos del “grado 12”, correspondiente a 1º-2º de Bachillerato aquí, llevan entre 3 y 3 años y medio de retraso según las normas nacionales de rendimiento escolar.
En Dinamarca, entre los años 1975 y 1978, no terminó la enseñanza media ni un solo alumno turco o paquistaní, las dos minorías étnicas más significativas del país; en Alemania por aquel entonces el porcentaje de no escolarización dentro de las minorías llegó a ser del 25%.
Esto trajo sus consecuencias y, evidentemente, después de la escolarización, o no, según los casos, los inmigrantes protagonizaron tasas de desempleo el doble de altas que los autóctonos y comenzaron las olas de vandalismo, robos, delincuencia... El fracaso escolar les condena, en gran medida, a nefastas situaciones psicológicas, económicas y sociales.
Sin embargo, las mismas estadísticas, de vez en cuando, logran desenmascarar excepciones dentro de las minorías inmigrantes. Tanto en EUU con en Gran Bretaña se han descubierto varios casos destacables en los que alumnos del sudeste asiático superaban ampliamente en rendimiento académico a sus compañeros blancos. Sus éxitos alcanzados, de todas formas, no les ha privado de sufrir las reacciones de quienes, autóctonos, compiten con ellos a la hora de acceder a empleos o plazas universitarias.
El bilingüismo a la par de la educación especial
El uso de instrumentos erróneos a la hora de evaluar la inteligencia y los conocimientos de los inmigrantes recién llegados para colocarlos en uno u otra nivel tiene, en buena medida, la culpa de que se les coloque en grupos para deficientes mentales; por ejemplo, en 1914, en EEUU, esto se vio incrementado en un casi 600%.
Los conceptos como “inteligencia”, “capacidad lingüística” o “bilingüismo” son incomprendidos por los educadores encargados de ellos.
Puesto que el éxito, como antes mencionábamos, se logra cuando el alumno domina el habla autóctona, el habla no standard se ve como ilógica y el bilingüismo como un problema para el alumno.
En varios de los primeros estudios sobre este tema se dijo que el bilingüismo ejercía una influencia negativa desde la más tierna infancia en el desarrollo de quienes lo “sufrían”, lo cual se usó como arma política para apoyar la instrucción monolingüe en la lengua mayoritaria.
El bilingüismo, pues, se presentó, y todavía aún se presenta en varios casos para mucha gente, como un problema puesto que se creía era imposible desarrollar de forma completa las capacidades lingüísticas necesarias en más de una lengua. Hoy en día, con nuestra más que necesaria globalizada instrucción, esto se cae por todos los lados cuando nos damos cuenta de que todo el mundo lucha por ser bilingüe e incluso políglota y se consigue sin problema alguno.
Los educadores siempre han intentado combatir el uso del dialectismo dentro de la escuela por considerarlo una forma errónea y defectuosa de usar la lengua standard.
De dos libros de bachillerato, editados en España en 1960 y 1962:
"Hay personas que al hablar español cometen defectos y errores de pronunciación que debemos evitar. Hay dos muy importantes: el seseo y el ceceo".
Pero gracias a estudios recientes sabemos que las estructuras de las variantes dialectales son igual de complejas, están igualmente sujetas a reglas y son igualmente aptas para argumentar que la lengua estándar. Y no solo eso, sino que forman parte de la configuración de la personalidad del hablante y puede estar en su perfecto derecho de no querer manifestarse en estándar al no sentirse 100% identificado con él, y aún menos en su contexto social.
En conclusión, son muchas las causas responsables de que el rendimiento escolar de los inmigrantes no sea exitoso: escasa exposición a la lengua que se imparte en la escuela, desajuste lingüístico y cultural entre la casa y la escuela, una calidad inferior de la educación que se les proporciona a los grupos minoritarios, estatus socioeconómico ampliamente desfavorable, prejuicios de los profesores hacia ellos (basándose en un habla correcta más que en una redacción impecable), actitudes negativas desde las mayorías hacia ellos y viceversa e incluso una ruptura de la transmisión cultural entre generaciones, que hoy en día, se ve como una de las causas principales de este fracaso.
Se ha puesto en manifiesto también que los prejuicios mencionados de los profesores sobre el dominio de la lengua estándar que sus alumnos inmigrantes puedan tener afecta a la calidad de la instrucción que se les da y se les asigna tareas mecánicas relacionadas con la lectura en vez de actividades que favorezcan la comprensión de lo escrito. Una vez que se les adjudica el título de “dominio ilimitado de la lengua estándar” ya se ha encontrado la explicación para su fracaso olvidándose del resto de factores.
La teoría del déficit y sus dos códigos
A mediados del siglo pasado, se propuso una teoría, llamada del déficit, mediante la cual se presentaba la existencia de dos códigos comunicativos, el restringido y el elaborado.
El código restringido es el accesible a todo el mundo, el que se habla habitualmente y que acepta una estructura profunda en la cual emisor y receptor compartan conocimientos que se omiten pero se sobreentienden.
Sin embargo, en la escuela, siempre se ha optado por el código restringido; éste no admite omisión alguna ni varias posibilidades a la hora de contestar.
Ejemplo: a una serie de niños se 5 años se les pide narrar la historia que ven en una serie de dibujos.
Versión elaborada
Tres chicos están jugando al fútbol y uno de los chicos le da una patada al balón y va hacia la ventana y el balón rompe el cristal y los chicos están mirando hacia allí y un hombre sale y les grita porque han roto el cristal así que se van corriendo y entonces esa mujer se asoma a la ventana y riñe a los niños.
Versión restringida
Están jugando al fútbol y él le da una patada al balón y va hacia allí rompe el cristal y miran y él sale y les grita porque lo han roto así que se van corriendo y entonces ella se asoma y los riñe.
Esta teoría presentaba la posibilidad de que, al ser el código elaborado la clave del éxito dentro de la escuela, si se les enseñaba a los inmigrantes en programas de “educación compensatoria” los niños inmigrantes entrarían en pie de igualdad con los autóctonos y tendrían las mismas posibilidades de éxito que ellos.
Cuando los resultados no fueron los que se esperaban se dedujo que estas políticas llegaban ya muy tarde y que los niños ya estaban socializados dentro del contexto de su minoría el cual no podía ser favorable cuando los niños blancos de clase media de habla mayoritaria eran los que triunfaban académicamente. Así que muchos radicalizaron el tema y fueron mucho más allá: si el deficiente no era el niño, debían ser las madres la que sufrían algún tipo de déficit... entraron ya en motivos, no solo ambientales, sino genéticos; entraron ya en prejuicios genéticos: la deficiencia venía dada por la genética de las minorías inmigrantes y/o de otras hablas subestándars.
Por otra parte, hay una fuerte desorientación en las actividades orales que se llevan a cabo para desarollar las capacidades lingüísticas de los niños inmigrantes; se les aplican métodos válidos para gente que domina totalmente el habla y que diferencia y entiende, inconscientemente, el uso del código elaborado que se usa en la escuela, del restringido.
Ejemplo: [P = Profesor; I = Inmigrante]
P: Quiero que compartas con nosotros algo que sea importante
D: En el verano, quiero decir, cuando vuelva a la escuela en septiembre, voy a tener un abrigo nuevo y ya lo tengo y es muy molón y cuando lo tuve ayer y cuando lo vi, mi hermano iba a salir. Cuando ví el abrigo sobre el sofá y se lo enseñé a mi hermana y yo estaba leyendo en alto algo en la bolsa y mi hermana mayor dijo”tienes que poner eso pa que no lo coja Keisha”, porque es mi hermana bebé y yo dije “no” y dije la bolsa de plático porque cuando ella estaba conmigo y mi primo...
P: Espera. Sigue con lo del abrigo. Te dije que solo podías hablar de una cosa.
I: Esto tenía que ver con mi...
P: Continúa.
[...]
De acuerdo con el concepto que de esta actividad tiene la educadora esta narración es difícil de seguir. La trama de la historia debe deducirse por razones que jamás quedan explícitas. La profesora le interrumpe para que la chica vuelva con el tema que ella cree principal, el abrigo.
Más tarde, cuando se le preguntó a la chica qué quería decir, se descubrió que lo de la bolsa venía porque ella no quería que su hermana bebé la cogiera para no asfixiarse con ella e iba a seguir con lo de su primo porque éste quería cogerlo con sus manos sucias.
El resultado es un desajuste de expectativas y estilo entre la profesora y la alumna y por lo tanto resulta imposible poder desarrollar la actividad de un modo adecuado. La chica interpretó las reiteradas interupciones como un ataque y una falta de interés por aquello que estaba contando y se siente reacia a volver a repetir la actividad por miedo a volver a incumplir lo que la profesora quiere, que por otra parte, tampoco queda explícito desde un primer momento.
Los profesores cuando mantienen un diálogo con su alumnado, les suelen dar pistas, les orientan para que lo que respondan esté bien y el sustento de sus historias vienen marcadas por su ambiente familiar; cuando profesora y alumno comparte sociedad, estatus e historia es mucho más fácil que el diálogo sea fluido y concluya de manera clara y exitosa.
Para los hijos de inmigrantes esto supone un problema, que o los educadores no entienden o no les interesa entender dado el esfuerzo extra en su trabajo que esto les supone, puesto que las realidades que ellos viven fuera de la escuela pueden ser radicalmente diferentes a la de los autóctonos y esto no es aceptado por el educador. Cuando este problema se liga al inacceso del código elaborado por parte del niño inmigrante nos encontramos con una de las claves de su fracaso escolar.
Los tests y los exámenes son relativos
En EEU hay una seria preocupación puesto que se ha advertido que en las pruebas realizadas a los alumnos parece que el nivel cultural está descendiendo estrepitosamente, y aunque esto sea probablemente más que cierto, también es verdad que los tests usados en los que esto se basa fueron diseñados para ser aplicados a una minoría blanca de clase media y prueba en qué medida se han conseguido las normas académicas que la clase media cree que dan acceso a niveles educativos de éxito.
No es extraño entonces que los resultados hayan sido tan nefastos cuando esos tests se aplicaron a un nuevo modelo de sociedad mucho más heterogénea que cuando se crearon. Además, existe verdaderamente una situación extrema en cuanto a que el correcto dominio de la lengua es un problema cuando los conceptos de “capacidad de lectura y escritura”, “competencia”, etc, se estrechan tanto que la experiencia lingüística que el alumno se encuentra en la escuela no se parece en absoluto a la que el alumno se enfrenta fuera de ella.
Las investigaciones demuestras que cuando se les aplica un test a los alumnos pertenecientes a una minoría basado en preguntas que midan específicamente su tipo de conocimiento lo consiguen superar.
Ejemplo: Un grupo de niños de color de educación media consiguió sacar 36 puntos más que el resto de sus compañeros blancos en el BITCH-100 [(Black Intelligent Test Of Cultural Homogeneity) Test de Inteligencia de Homogeneidad Cultural para Personas de Color], que contenía 100 palabras usadas habitualmente en el argot afroamericano. Esto deja en claro que los estudiantes blancos tienen menos posibilidades de adquirir ese léxico a través de ninguna experiencia cultural previa.
En otro test de inteligencia aplicado a portugueses de baja renta afincados en Massachussets muchos de los examinados no podían responder a la pregunta “¿De qué animal obtenemos el bacon?” y aunque el cerdo es corriente en la base alimenticia de los portugueses, no consiguen digerir bien el término “bacon” y todo hubiera sido diferente si les preguntasen por el “chorizo”.
Tanto el sustrato lingüístico como el cultural juegan un papel decisivo en cuanto a resolución de tests se refiere.
Cuando se les preguntó si era más correcto el donar dinero a una ONG o a un mendigo, los examinados contestaron que al mendigo puesto que en la cultura portuguesa esto está muy arraigado y extendido; en la norteamericana, en cambio, es impensable, que, frente a donarlo a una ONG, el mendigo sea la mejor opción.
Estos sesgos culturales son los que ha llevado a los sociolingüístas a recomendar y plantear otros métodos de evaluación basados en pruebas formales.
Tomar las medidas adecuadas
A partir de la segunda mitad del siglo XX se han empezado a promover y financiar programas contra la desigualdad y a favor de los derechos lingüísticos, y sociales, de los grupos minoritarios.
Parte de los educadores estadounidenses defienden un programa de bilingüismo transitorio, es decir, concederles clases bilingües hasta que su desarrollo del inglés sea lo bastante bueno como para poder tener un rendimiento escolar bueno, olvidándose de su lengua materna.
Esto sería algo nefasto para ellos puesto que abandonarían su lengua materna por no tener oportunidades para usarla y conocerla a la perfección.
En otros países, la educación bilingüe ha sido totalmente rechazada puesto que se piensa que el uso de la lengua materna en la escuela no hace más que retrasar la adquisición de la lengua mayoritaria y la integración del inmigrante.
Los educadores y sociolingüístas que fomentan programas educativos con la finalidad de conservar la lengua materna de las minorías poseen unas ideas políticas y sociales concretas en cuanto “pluralismo cultural e integración social” significan y ven en la asimilación forzosa algo nefasto para los niños inmigrantes puesto que nadie tiene el derecho de desarraigarles de su cultura y raíces aunque estén en un país de acogida que no las compartan ya que el derecho a la propia lengua, e incluso, dentro de la lengua mayoritaria, a los dialectos de ésta, es un derecho humano fundamental.
Sus detractores, gente con ideas políticas más que definidas y marcadas dentro del contexto político y socio-económico de cada país, en cambio, se basan en que fomentar y financiar a las minorías es ayudar al detrimento de los valores nacionales, de la lengua mayoritaria y de las prácticas culturales del país de acogida.