Aproximación sobre el literato marroquí Abdelkrim Gallab
-Biografía
Nace en Fez en 1919, fue educado en las Escuelas Libres y en la Universidad Qarawiyin. Con tan sólo diecisiete años se adhiere al Comité de Acción Nacional. En 1937 viaja junto a un grupo de estudiantes, entre los cuales se encontraba Abdelmayid Benyellún, a El Cairo para proseguir con sus estudios superiores; recogió su etapa en esta ciudad en una obra reciente titulada al-Qahira tabahu asrari-ha –El Cairo desvela sus secretos, 2000-. Tres años después se licencia en la Universidad Fuad I en Filología Árabe. En 1947 colabora en la fundación de la Oficina Del Magreb Árabe creada en esta ciudad ya que en la época El Cairo era el centro neurálgico político y cultural del mundo árabe. A su vuelta a Marruecos fue encarcelado varias ocasiones por su anhelo independentista, experiencias recogidas en una de sus autobiografías llamada Sab’at abwab – Siete Puertas-.
-Trayectoria periodística y editorial
La modernidad literaria de la segunda mitad del siglo veinte en Marruecos, como pasaba ya anteriormente desde los inicios de la Nahda en el resto de países árabes, se difundió fundamentalmente desde los periódicos y revistas que publicaban las creaciones de los literatos. Guellab tuvo, pues, una ardua labor en este sector lo que, además, le situaba en una posición privilegiada, no solo política y artísticamente, sino también a nivel periodístico.
Gallab fue redactor jefe a partir de 1949 de la revista Risalat al-Magrib de índole nacionalista, y redactor del Al-Alam, periódico asociado al Partido Istiqlal, y por lo tanto, su medio oficial de difusión –hoy en día una de los periódicos más vendidos en Marruecos y en la que ha contado con dos columnas semanales a su cargo durante décadas-. Risalat Al-Magrib sólo estuvo en circulación tres años hasta que las autoridades coloniales francesas procedieron a su cierre así como al de Al-Alam. En la segunda mitad de los cincuenta dirigió la revista al-Bay’a –La Fidelidad-. También ostento el cargo de redactor jefe en una de las más importantes revistas culturales y literarias institucionales que apareció poco después de la independencia marroquí –en 1962-, al-Bayyina –La Prueba- dirigida por Al-Fassi con el patrocinio del Ministerio de Asuntos Islámicos y que era publicada bajo el lema: Mayallat al-risala al-jalida wa-l-taqafa al-mutaharrira –Revista literaria --- y cultural libre- que contaba con la colaboración habitual de Hassan al-Sa’ih, Guennún y Benabdellah. Su trayectoria periodística le permitió convertirse en el primer secretario general del Sindicato Marroquí de la Prensa creado en el año 1961.
-Premios y reconocimientos
En 1968 se le concedió la primera edición del Premio Nacional al-Magrib por su obra Enterramos el pasado y siete años después se lo volvieron a adjudicar por su obra El profesor Alí. En el año 2000 la Unión de Escritores Árabes con sede en Egipto incluyó su novela Al-Mu’alim –El Profesor Alí- entre las cien mejores novelas árabes de la historia. En 2001, el Ministerio de Educación y Cultura marroquí publicó su obra completa en cinco volúmenes. Y en 2004 le fue otorgado el Premio Cultura del Maghreb de Túnez.
-Su faceta como crítico literario
Su labor como crítico literario se inicia con un artículo publicado en 1936 sobre la literatura marroquí al cual tituló al-Hayat al-adabiyya fi l-Magrib al-aqsa –La vida cultural en Marruecos-pero sus obras más destacadas en este campo son bastante posteriores como los artículos pioneros sobre las modalidades de escritura literarias Malamih al-adab al-arabi al-hadit bi-l-Magrib –Rasgos de la literatura árabe moderna en Marruecos, 1963- en los que establece y fija los géneros literarios marroquíes modernos y el artículo sobre la narrativa moderna en el Magreb Tatawwur al-adab al-qisasi fi l-Magrib al-Arabi –El desarrollo de la narrativa en el Magreb árabe, 1969-, publicado en Al-Alam y los libros Fi l-taqafa wa-l-adab –De cultura y literatura, 1964- en el cual desgrana el renacimiento cultural marroquí y Ma’a al-adad wa-l-udaba –Con la literatura y los literatos, 1974-.
-Contexto socio-cultural e histórico de las primeras obras de Guellab
En la primera fase de la Nahda la temática literaria solía versas casi en exclusiva sobre aspectos históricos y religiosos pero el Movimiento Nacional de los países árabes que culminó con la consecución de la independencia del poder colonial tuvo un impacto decisivo en la esfera cultural y constituyó un factor de cambio en cuanto a la concepción literaria que se vio íntimamente ligada al auge de los nacionalismos. Fruto de esto fue, por lo tanto, la vinculación de la literatura a la situación política y la contribución de los cambios de planes de estudio seculares que contribuyeron de manera crucial al desarrollo del concepto literario y a su evolución. La consecuencia más directa fue el abandono de las formas y temas tradicionales en la literatura y el florecimiento de contenido literario ligado a documentar la sociedad de la época colonial y recoger las reacciones de la misma ante las particularidades de dicha época; muchos, como es el autor de nuestro objeto de estudio, también se dedicaron a cultivar el discurso y ensayo o artículo político –al-maqala al-siyasiyya-. En su narrativa Gallab se concentra en el costumbrismo, algo que le ha reportado arduas críticas, para analizar y vislumbrar el espíritu de la sociedad marroquí mediante los hábitos en la vida cotidiana.
-Estilo y concepción literaria
En su compilación de relatos He muerto tranquilo publicado en 1965 Gallab llama a la reflexión sobre la función provocadora de su narrativa mediante las razones que alude en ella, entre otras la recriminación del pasado histórico colonial de Marruecos y la denuncia de las consecuencias de éste en relación a las nuevas generaciones marroquíes a través de la problemática de sus personajes, que se sitúan ante adversidades que les sumen en el desconsuelo y la depresión lo cual hace que acepten invariablemente su fatal destino y anula su capacidad de reacción y evolución. Por lo tanto el autor extrae el asunto y se basa en las situaciones, preocupaciones y sentimientos individuales de cada personaje. Esta práctica estará ligada, pues, a la tónica general en la que la literatura se movía en la época, recogida en los manuales de crítica literaria, esto es, basada en el realismo y en la descripción de la realidad de la sociedad en la que el texto se concentra.
En Dafanna l-madi –Enterramos el pasado, 1963-65- englobada dentro de la narrativa realista, describe la resistencia hacia el colonialismo francés, denuncia el colaboracionismo de ciertas capas de la sociedad con el poder colonial, la desigualdad social, los sistemas de educación, la situación de la mujer, la práctica de la religión, la eterna dicotomía tradición vs. Modernidad, entre otros debates abiertos durante esa época. Gallab peca conscientemente –y así lo manifiesta en el prólogo de la obra- de dotar al texto de un contexto tradicionalista y a sus personajes de un lenguaje extremadamente conservador para poner énfasis a la obra y envolverla en un aura marroquinidad absoluta, además de dejar patente su ideología política en ella. Gallab argumenta este planteamiento a través de la importancia del contenido más que por el aspecto técnico-literario que, en teoría, debería implementar.
-Críticas literarias sobre su obra más polémica
Cuando esta obra vio la luz publicada y editada de manera completa en 1966 fue recibida con gran acogida por parte de los críticos ya que se entendió que era un fiel testimonio literario del yugo colonial al que estaba sometido el país en aquel momento en el cual el país acababa de recobrar la independencia. Más tarde, en los setenta, junto con una nueva generación de universitarios y críticos marroquíes apareció el análisis literario de corte marxista, que atacaron frontalmente la obra por denunciar que la sociedad marroquí ya independiente seguía lamentándose de los mismos problemas con lo cual la excesiva efusividad sobre la gloria de la independencia era estéril e inoperante y opinando que había sido producida al servicio de la ideología política de Gallab y desde esa perspectiva y no como verdaderamente habían acaecido esos acontecimientos, pero a pesar de ello se acabó erigiendo como el modelo narrativo pionero para la novela marroquí. A pesar de esto último, las críticas siguieron produciéndose con mayor fuerza ya que sus detractores veían series deficiencias artísticas, intelectuales e históricas en Enterramos el pasado, de una óptica reducida basada en su experiencia personal e incluso muchos le acusaron de querer convertir el arte (la literatura) en historia y la historia en arte de manera totalmente subjetiva y alejada de los presupuestos de la realidad social imponiendo esta deforme visión de forma global estando al servicio del Estado.
A principios de los noventa la obra será nuevamente revalorizada, fundamentalmente gracias al trabajo del crítico literario Akkar, ya que sitúa lejos de las críticas marxistas estructuralistas, en un contexto donde este tipo de análisis ya estaba superado y las críticas se ceñían a lo estrictamente literario dejando de estar subyugadas a una u otra ideología política y donde se concibe que el mérito fundamental de Enterramos el pasado es el haber sido la primera novela de ficción moderna y madura marroquí alejada de las formas tradicionales literarias lo cual le designa una ubicación privilegiada dentro de la literatura marroquí elevándola a la categoría de clásico. En el nuevo modelo de crítica literaria posestructuralista se analiza su capacidad descriptiva, la creación de personajes en un contexto social y político concreto, la línea narrativa, la existencia de un narrador omnipresente durante toda la novela y demás factores técnico-literarios, que alejaban a esta novela de la estrecha visión protonovelesca que muchos habían utilizado para su crítica y análisis devastador en la que sólo se conseguía proferirle a esta obra un carácter histórico y autobiográfico.
Bibliografía:
* Relaciones hispano-marroquíes: una vecindad en construcción – Fernando Contreras y Ana I. Planet - Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2005.
* La literatura marroquí contemporánea: la novela y la crítica literaria – Gonzalo Fernández Parrilla – Escuela de Traductores de Toledo, 2006.
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